dissabte, de maig 13, 2006

"Sr. Pujalte, abandone el hemiciclo"


Vicente Martínez Pujalte, portavoz adjunto del Grupo Popular, fue expulsado en la sesión de ayer del Congreso de los Diputados por hacer caso omiso a las tres llamadas al orden a las que Manuel Marín, presidente del Congreso, le requirió. Es la 1ª vez en nuestra historia democrática reciente que un diputado es expulsado del hemiciclo.

Martínez Pujalte es quizás el más ruidoso de los muchos hooligans que ocupan las bancadas del Congreso. Estamos tristemente acostumbrados a escuchar sus risas e insultos cada vez que el presidente Zapatero abre la boca, pero su historial de exabruptos dentro y fuera de la cámara baja es mucho más extenso. Desde burlarse del abuelo del propio presidente Zapatero, asesinado por el régimen franquista; hasta comentar en la SER que Bono «se ha olvidado de que a él se le cayó un helicóptero y se le murieron 'unos cuantos'» (refiriéndose al accidente de agosto de 2005 en el que murieron 17 soldados españoles en Afganistán al estrellarse el helicóptero en el que viajaban); pasando por las risas y abucheos que él y los suyos dedicaron a Pilar Manjón, portavoz de la Asociación de Afectados por el 11-M, cuando estaba hablando sobre la trágica muerte de su hijo y de 191 personas más en los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004. En cierto momento de esta misma comparecencia, el sr. Pujalte abrió el periódico y se puso a leerlo tranquilamente para acentuar aún más su total indiferencia hacia lo que Pilar Manjón estaba contando.

Pero Martínez Pujalte es un verdadero ídolo en las filas del Partido Popular. Cada vez que grita alguna estupidez o se recrea en chulescas gesticulaciones es jaleado enérgicamente por sus compañeros de partido. A veces consiguen convertir el Congreso en un circo y, cuando esto ocurre, Pujalte adquiere el rol de payaso histriónico encargado de mantener en el punto óptimo el ambiente de bronca.








Quizás debamos darle una oportunidad a Martínez Pujalte. Imaginemos esa fantástica voz aflautada (casi tan cantarina como la del militar gallego de alta graduación) dando vida a su alter ego "Martínez el Facha" de El Jueves. Parece sencillo, pero conseguir ser un frívolo y obsceno memo maleducado sin tener ningún cargo de conciencia no debe ser del todo fácil. Y sin embargo Martínez Pujalte lo consigue casi siempre, gracias a su único y sin parangón gracejo. Nos harían falta más sres. Pujalte en el PP para observar como la gaviota se aleja cada vez más de la Moncloa.